Como sabéis me encanta publicar diferentes entradas en las que expreso lo que siento y como soy. Seguro que os habéis dado cuenta de que soy algo romántica. Esta mañana me he sentido bastante inspirada y he escrito un relato cortísimo, pero que he pensado que a lo mejor os gustaría leer un trozo, y que sin duda a mi me encantaría que me dieseis vuestra opinión. Aquí os lo dejo:

Me levanté con un buen humor que me sorprendió. Generalmente los martes me levantaba cansada y algo enfurruñada, los buenos propósitos del lunes ya no parecían tener tanto peso, pero ese día pasaba algo diferente. Lo sentía en la ligera presión del aire, en como pequeños rayos de sol se filtraban por mi ventana y en el dulce olor a café que provenía de la cocina. Sin duda, esa mañana algo era diferente. Podría ser el olor a flores en primavera, que hacía un día precioso, que era mi cumpleaños, que mi hermano volvía de viaje... pero todo eso no me importaba demasiado, no ahora. Esa mañana me sentía coqueta, feliz, simpática y libre. Esa mañana estaba enamorada.